Detectar una plaga en casa

Los seres humanos convivimos sin ser conscientes con infinidad de insectos y bichillos que pululan por nuestro hogar sin que percibamos su presencia. Muchos de estos seres vivos de tamaño minúsculo, no presentan ningún tipo de problema en el día a día. De hecho, como decía, ni siquiera nos percatamos de su existencia.

Sin embargo, otro tipo de insectos o bichillos con los que lidiamos de cuando en cuando, pueden proliferar de forma que constituyan una molestia y se conviertan en una plaga que haya que erradicar. Dentro de este selecto grupo, los seres más proclives a infestar nuestros hogares son los ratones, chinches, cucarachas, hormigas, termitas, entre otros.

Los profesionales de Control Plag, nos han explicado como podemos saber si tenemos una plaga en casa. A veces, estas infestaciones pasan desapercibidas hasta que se han convertido en un autentico problema. Los expertos recomiendan fumigar de forma periódica en caso de sospechar o comprobar que hay un exceso de alguno de estos seres incordiosos. Pero la realidad es que, hasta que no los vemos pululando delante de nuestras narices como si la casa fuera de su propiedad, no nos percatamos de la gravedad del asunto.

La cuestión es que, cuando encuentras que, en tu hogar, algún tipo concreto de insecto se ve por las inmediaciones en masa, posiblemente, tengan dominado todo lo que no se ve, es decir, las paredes y recovecos más insospechados, las tuberías, etc.

Puesto que muchos insectos y roedores, poseen esa capacidad de reproducirse de forma indiscriminada y rápida, es fácil que la plaga se produzca en un tiempo récord. Como saber si estamos ante una mera visita o una ocupación en toda regla es una misión complicada. Por ello vamos a tratar de dar algunos consejos para estar alerta y actuar lo antes posibles ante la posible aparición de una plaga.

Teniendo en cuenta que los insectos más comunes y proclives a infestar nuestras vidas son las chinches, cucarachas y las ratas, lo primero que debemos hacer es saber identificar a estos posibles inquilinos. Aunque todos sabemos bien el aspecto que tienen cada uno de ellos, no está demás, familiarizarse con su aspecto.

Señales de ocupación

Las plagas pueden darse en cualquier lugar: casas particulares, comunidades de vecinos, empresas, comercios. Nadie se libra de este posible mal. Bueno sí, es fácil librarse de ello tomando las precauciones convenientes. En el caso de que las precauciones no se tomen o sean infructuosas, pues todo es posible, estar atento a las señales, puede evitar, como decíamos, mayores problemas.

En el caso de que empieces a ver la aparición de algún huésped insospechado, siempre rondando las mismas zonas y dejando sus excrementos o desperdicios por ahí como cualquier cosa, sospecha. Hay que informarse de como son los excrementos de estos ocupas silenciosos pues es la señal inequívoca de su presencia.

En el caso de los roedores, este hecho simplifica bastante su detección. Para otro tipo de plagas, como las que causan los insectos, detectar sus excrementos puede resultar algo más complicado. En cualquier caso, ante una plaga, las señales están ahí. Dejan sus huellas en forma de desperdicios, mudas de piel, restos de cuerpos inertes… Esquinas y rincones son los lugares de elección para dejar huellas de su existencia.

Ante esta sospecha, hacer una exploración por aquellas zonas de la casa donde pueda existir mayor acumulación de suciedad, escombros o restos de cualquier tipo. Estos lugares son propicios para que los insectos y demás intrusos, instalen sus campamentos a medida que avanzan en su invasión.

No quiere decirse con esto que las plagas se den en hogares poco limpios. Si bien es cierto que la limpieza ayuda a evitar este tipo de problemas, también puede darse la circunstancia de que en lugares requetelimpios, algunos seres invasivos, encuentren su próximo objetivo. Máxime, cuando existen zonas con humedad, donde algunos seres como las polillas o algunos ácaros, encuentran su hábitat favorito.

Los jardines, pese a los mil cuidados que reciben, pueden convertirse en el hogar de insectos que, si no los paras a tiempo, acabarán por invadir tu casa.

Las señales están ahí, otra cuestión es que seamos capaces de identificarlas. Casi con total seguridad, cuando vemos un bicho pululando, no le damos demasiada importancia. Si podemos acabar con su existencia para facilitar la nuestra, lo hacemos. A veces de un manotazo, a veces utilizando insecticidas o remedios de la abuela para evitar su proliferación. Pero por norma general, no nos planteamos la posibilidad de que haya una plaga tras esas visitas esporádicas.

También hay que tener en cuenta, que la mayoría de estos huéspedes, actúan desde la clandestinidad. De día se dejan ver, pero es por la noche cuando actúan con nocturnidad y alevosía, haciendo de tu casa su sala de fiestas. Lo que se dedican a hacer en esos momentos, solo lo saben ellos. Cabe sospechar que recopilar materiales y alimentos que, para su especie, son tan útiles como para nosotros inútiles.

Actuaciones ante la inminente invasión

La mayoría de los seres humanos, creemos ser capaces de abolir especies que consideramos inferiores por cuenta y riesgo propio. En una pequeña escala, eso es altamente posible. Cuando encuentras algunos insectos estorbando en casa, utilizas insecticidas o productos para acabar con ellos y te olvidas.

Cuando la cosa se va de madre, eso no es válido. Tratar de exterminar una plaga por nuestros propios medios, es una necedad por nuestra parte. En primer lugar, porque la envergadura de una plaga va más allá de un grupo de insectos o roedores anidando en un rincón.

Hablar de plaga, es hablar de un universo paralelo en el que esos insectos o roedores, hacen su vida independientemente de que tú, seas su vecino de universo paralelo. No solo hay un puñado de ellos, hay cientos de miles casi con total seguridad. En tus muebles, tus tuberías, los rincones de tu casa, haciendo de las suyas en los electrodomésticos, etc. No hay que olvidar que las cucarachas se comen el plástico y eso se traduce en destrozos de cables en los electrodomésticos por ejemplo. Las termitas, encuentran en la madera su jamón de jabugo particular, eso se traduce en carcoma de las patas de tu mesa o las puertas de tu precioso armario de madera de roble.

Por lo tanto, cuando hablamos de plaga, hablamos de invasión y al invasor, hay que combatirlo de forma eficaz y efectiva. Para ello, lo mejor es contratar un servicio profesional. Los expertos en control de plagas, llegarán, verán y vencerán. Lo mejor de todo, es que lo harán con una celeridad insospechada. Gracias a los tratamientos para plagas actuales, muy fuerte debe ser esa invasión y muy resistentes los invasores para resistir el ataque.

Generalmente, basta con una fumigación especifica para cada tipo de plaga. La colocación de trampas en lugares estratégicos para que la infestación no se vuelva a repetir y si acaso, una fumigación puntual para mantener a raya a los invasores en potencia.

En cualquier caso, cuanto antes se detecte el problema, antes se actuará y cuanto antes se lleve a cabo la actuación genocida, antes se solucionará el problema.

Para evitar posibles plagas en las viviendas, lo mejor es prestar atención y ante la llegada de algún extraño huésped, contactar con los expertos en fumigación para que te den las pautas a seguir y evitar que la visita, se convierta en una invasión en toda regla.

Mantener la casa limpia es una medida preventiva para evitar la aparición de insectos invasivos, aunque la limpieza debe ser un hábito más que una medida. Como ya hemos dicho, los invasores pueden preferir la suciedad en según que casos, pero por lo general, lo que hacen es generar esa suciedad y deshechos.

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