Sufrir una depresión puede ser algo horrible, tanto para quien la sufre como para los seres queridos que la sufren con ellos. Por ello, es muy importante saber cómo podemos obtener ayuda, qué tipo de terapia aplican los profesionales y qué podemos hacer nosotros para ayudarles a salir cuanto antes de este duro trance.
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno mental que afecta a nuestro estado de ánimo y nuestra manera de ver la vida, caracterizado por sentir una profunda tristeza, desgana y apatía a veces sin motivo aparente. Este trastorno puede durar años si no se trata debidamente, y está considerado un trastorno mental grave ya que puede incluso incitar a quienes lo sufren a acabar con sus vidas al no encontrar salida por ninguna parte. Las estadísticas muestran que un 5% de la población adulta sufre depresión actualmente debido a la ansiedad, el estrés y la presión social que sufren muchas personas, además de los trastornos que se sufren desde nacimiento.
Señales de alerta.
Tratar la depresión en las personas es un asunto muy delicado, por lo que todos deberíamos estar atentos a las señales y síntomas que presenta una persona con este trastorno además de saber qué podemos hacer al respecto para que recupere la esperanza.
A continuación, vamos a nombrar algunos de los síntomas que presenta una persona que padece depresión o que está empezando a padecerla. Se debe prestar especial atención porque muchas personas no quieren escuchar lo que les está diciendo su cuerpo o intentan no preocupar a nadie, así que lo ocultan mediante estados de ánimo que no corresponden con el que tienen en realidad, lo que da pie a que esto sin duda empeore su estado de salud.
- Sentimiento constante de tristeza y ansiedad.
El sentimiento de sentirse “vacío” nos está evocando que a esa persona no le llena nada en su vida y puede que ni si quiera le vea sentido, además de presentar una profunda tristeza por todo lo que le rodea, llorar por cualquier asunto y sufrir ansiedad.
La ansiedad es uno de los síntomas más corrientes ante personas que sufren el riesgo de padecer una depresión, ya que viven anclados en hechos pasados o atemorizados por hechos que nunca han ocurrido, dando pie a una sensación constante de estar fuera de la realidad.
- Un terrible pesimismo.
Como hemos dicho, las personas que tienen depresión suelen sentir que nada tiene sentido o que nada merece la pena, por lo que corren peligro de perder toda esperanza en sus vidas. Cuando alguien lo ve todo de color negro y piensa que todo es malo, es preciso entender qué pasa por su cabeza.
- Sentimiento de apatía y falta de motivación.
La depresión acarrea una falta de autoestima muy grande para la persona que lo sufre, por lo que dicha persona no se verá motivada ni animada a hacer ninguna actividad de las que en otro tiempo disfrutó, además de no interesarse por realizar ninguna nueva.
- Falta de energía y cansancio constante.
Esta persona no tendrá ganas de nada y por lo tanto no dormirá bien, sufrirá insomnio y tampoco comerá en condiciones, por lo tanto su energía se verá totalmente drenada por su propia depresión.
Estas son algunas de las señales que pueden indicarnos que esta persona está desarrollando un problema mayor o lleva tiempo con ella. Pero ¿cómo podemos darnos cuenta de que una persona nos está ocultando algo así? Lo más frecuente es que no consigamos darnos cuenta, a no ser que tengamos una relación bastante íntima con la persona y la conozcamos bien. Pero algunas señales como la sensación de que esa persona está bien aunque le pasen constantemente cosas malas, pueden indicar que no quiere hablar o abrirse sobre cómo se siente en realidad, ya sea por miedo a ser juzgado o por intentar no preocupar a nadie. En todo caso, es recomendable mantener una relación sincera y prestar confianza a estas personas para que sientan que no están solas y sepan que pueden contar con nosotros.
¿Existen maneras que ayudan a salir de la depresión?
Existen muchas formas que pueden ayudar a una persona a salir de la depresión, pero no es un camino fácil. Dicha persona necesita encontrar el camino de vuelta a casa mediante técnicas y terapia, además de contar con el apoyo de sus seres queridos. Nosotros sólo podremos apoyarle y acompañarle, pero el paso final siempre correrá de su cuenta.
Algunas de las cosas que podemos aportar para ayudar a esta persona son las siguientes:
-Mantener el contacto en todo momento. Según la noticia publicada en AdamedTV , una llamada a diario a estas personas puede ayudarlas a combatir y prevenir la ansiedad y la depresión.
-Valorar a dichas personas y hacerlas sentir útiles. Los cumplidos y el hacerles sentir que su compañía cuenta y que sirven para cualquier cosa que se propongan, será clave para encontrar sentido a ese “vacío” que sienten constantemente, además de ayudarles a subir su autoestima.
-Hacerles ver que nos importan, escuchándolos y prestando interés. Hacerles comprender que, si necesitan hablar lo que sea, estaremos para ellos.
-Crear situaciones divertidas también les ayudará a reír y a recuperar la alegría en todo momento, por lo que se recomienda bromear y distraer a estas personas para animarles.
-Tener conversaciones importantes y significativas también ayuda a que tengan otro tipo de opiniones y temas con los que debatir y compartir sus propias opiniones, además de ayudarles a pensar en otras cosas.
– Sobre todo, tener mucha paciencia y nunca tomar nada personal.
Debemos tener en cuenta que estas personas no están bien, no se sienten bien haciendo nada de lo que les gustaba ni piensan que sirva nada de lo que hacen, por lo que a veces es normal que nos sintamos ofendidos o que tengamos la sensación de que estamos perdiendo el tiempo, pero no es así. De este problema se sale, y es importante que los seres queridos de quien lo sufre se mantengan fuertes y unidos.
Una de las opciones para mitigar el dolor y trauma de quienes los acompañan son las sesiones de terapia en grupo. En las cuales se reúnen algunas personas desconocidas que sufren lo mismo que ellos y se desahogan escuchando sus historias y problemas entre todos. Al fin y al cabo, esta es una situación difícil y traumática para todos en todo momento.
Nosotros podemos hacer todas estas cosas en todo momento para ayudar a que el problema disminuya, pero en todo caso deberemos contar también con la ayuda de un psiquiatra para supervisar el estado de la persona y ayudar en lo que se deba para salir de la depresión.
¿Qué es un psiquiatra y cómo trata la depresión?
A diferencia de los psicólogos, que son especialistas en tratar trastornos de salud mental, los psiquiatras son médicos especializados en los trastornos y su tratamiento farmacológico.
Si una persona sufre depresión deberá verla y evaluarla un psiquiatra, el cual se encargará de evaluar y determinar si es necesario el tratamiento farmacológico para aliviar el sufrimiento del paciente o mitigar los síntomas que pueden llevarle a sufrir una depresión grave. Como ejemplo podemos conocer que así es cómo trabaja el Doctor Hernandez en su consulta, dirigiéndose al núcleo del trastorno para obtener un alivio de sus problemas de manera más rápida y eficiente con tal de evitar sufrimiento del paciente.
¿Es necesario dicho tratamiento? En casos extremos sí, ya que la persona puede sentir ganas de quitarse la vida si roza dichos extremos. Para evitar llegar a esto, el psiquiatra tiene como atención paliar la depresión y la ansiedad mediante el uso de medicamentos antidepresivos y relajantes, además de contar con terapia, por lo que confirmamos que su ayuda es totalmente necesaria.
¿Por qué puede sufrir una persona depresión?
Existen muchas razones por las que alguien puede sufrir una depresión; puede ser desde sufrir un hecho traumático, un desengaño amoroso, dar a luz, un fallecimiento cercano o sufrir un trastorno mental.
Dichos trastornos mentales pueden ser la esquizofrenia, trastorno bipolar, o incluso un desajuste hormonal como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo.
En cualquiera de los casos que existen, recomendamos la visita al médico y a un profesional para evaluar la situación en lugar de dejarlo pasar, ya que un problema que parece pequeño puede convertirse en algo grande y difícil de tratar en el futuro.