Hay veces que te apetece cambiar algo en casa, darle un aire diferente, renovar algún rincón o simplemente sentir que el lugar donde estás refleja más tu forma de ser. Y para eso, la decoración puede hacer mucho. Siempre hay que tratar de encontrar el estilo que mejor encaje contigo y con tu día a día.
Las tendencias cambian, sí, pero no hace falta seguirlas al pie de la letra. Lo importante es conocer lo que está de moda y, si te gusta, pues ya tienes una magnifica idea para redecorar tu hogar. Aquí te cuento los estilos que están más presentes ahora mismo, para que los tengas en cuenta si estás pensando en darle un giro al aspecto de tu casa.
Estilo orgánico: materiales naturales y sensación de calma
Una de las tendencias más fuertes de los últimos años, que sigue muy presente, es la decoración con inspiración orgánica. Es ese estilo que mezcla madera, piedra, fibras vegetales, tejidos suaves y colores neutros, todo con el objetivo de crear espacios tranquilos, limpios y acogedores.
Para conseguirlo, puedes empezar por los materiales. Muebles de madera clara sin barnices brillantes, alfombras de yute o lino, cestas de mimbre, cojines de algodón o lana sin estampados cargados… También funcionan muy bien los colores como el blanco roto, el arena, los grises claros o los tonos tierra. No hace falta que todo combine a la perfección, lo importante es que la casa se sienta más natural.
La iluminación es otro punto clave. Las lámparas de papel o con pantallas de tela suave ayudan a crear ambientes cálidos. Si puedes, apuesta por luz cálida y regulable para tener distintos ambientes según la hora del día.
Este estilo es perfecto si buscas un entorno relajante, sin exceso de adornos, y con esa sensación de estar en un sitio que respira tranquilidad.
Estilo industrial: espacios abiertos con carácter
El estilo industrial no es nuevo, pero últimamente ha cambiado bastante. Ya no se trata solo de mostrar ladrillos, vigas o muebles metálicos. Ahora se busca una versión más cálida, menos agresiva y mucho más fácil de aplicar en pisos normales.
Puedes conseguir este estilo combinando elementos como hierro, acero o cemento con madera envejecida o cuero. Los muebles de líneas rectas y sencillas funcionan muy bien, sobre todo si los mezclas con detalles más suaves como textiles gruesos, plantas grandes o lámparas con bombillas vistas, pero bien colocadas.
Un truco que funciona es pintar una pared de gris cemento (hay pinturas específicas con efecto cemento pulido) y colocar ahí una estantería de metal negro. También puedes colgar una lámpara colgante con cable textil y pantalla metálica. Eso ya da un toque industrial sin recargar.
No es un estilo para todo el mundo, pero si te gusta lo urbano, lo sobrio y los espacios con personalidad, puede encajarte muy bien.
Estilo ecléctico: mezcla bien pensada
Hay personas que no se identifican con un solo estilo. Les gusta algo del nórdico, pero también lo bohemio. O adoran lo vintage, pero con toques de color fuerte. Si te sientes así, lo tuyo puede ser el estilo ecléctico, que está muy en tendencia.
La clave aquí está en saber combinar. No es juntar cosas sin orden. Es buscar un equilibrio entre colores, formas y épocas. Puedes tener una alfombra antigua con un sofá moderno, o unas sillas de diseño con una mesa rústica. Lo importante es que haya algo que una todo: una paleta de colores bien elegida, una proporción coherente entre los elementos o un tema común.
Un buen consejo es empezar por una base neutra y luego añadir piezas con más carácter. Por ejemplo, si tus paredes y sofá son claros, puedes añadir cojines estampados, una lámpara dorada o un cuadro con colores vibrantes.
Este estilo funciona genial en casas con personalidad, donde te apetece mostrar tus gustos sin seguir reglas estrictas. Eso sí, requiere un poco de atrevimiento y también saber cuándo parar, para que no parezca un mercadillo.
Estilo mediterráneo: el calor del hogar y la luz del exterior
La decoración mediterránea está muy de moda, sobre todo en lugares donde se busca luz, color y frescura sin perder la sensación de hogar. Aunque tiene muchas variantes, la esencia está en usar materiales naturales, espacios amplios y colores que recuerden al mar y la tierra.
Para llevar este estilo a casa, puedes empezar por el blanco como base. Las paredes claras, con acabados mate o un poco rugosos, dan ese aire de casa de campo o de costa. Luego puedes añadir detalles en azul, terracota o verde oliva, ya sea en cojines, cerámica o cuadros.
Las plantas son fundamentales. Nada muy sofisticado, basta con macetas de barro con hierbas aromáticas o una buganvilla en el balcón. También ayudan los textiles de lino, las cortinas ligeras que dejen pasar la luz o las lámparas con pantallas artesanales.
Si tienes terraza o balcón, intenta integrar ese espacio con el interior. Muebles sencillos de madera, cojines cómodos y alguna luz cálida pueden hacer que todo fluya mejor.
Estilo contemporáneo
Uno de los enfoques más actuales dentro de la decoración de interiores es el contemporáneo, pero desde una perspectiva bien pensada, funcional y muy estética a la vez. Para explicar cómo se construye este tipo de estilo, nos lo cuentan desde Sebastián Bayona Studio, un estudio de interiorismo en Barcelona. Dicen que lo primero es entender cómo se usa cada espacio. A partir de ahí, se seleccionan materiales nobles, colores neutros y piezas de diseño que no pasan de moda.
La idea no es llenar la casa de elementos decorativos, sino dejar que cada objeto tenga sentido. Por ejemplo, una mesa de comedor de madera maciza sin tratar, combinada con sillas de diseño en tonos suaves. O una estantería empotrada que también sirve como separador entre dos espacios. Todo con líneas rectas, sin adornos innecesarios, pero cuidando mucho los detalles.
También explicaban que se busca una continuidad visual. No cambiar radicalmente de estilo entre estancias, sino mantener una coherencia que dé armonía al conjunto. Y que, dentro de esa sencillez, haya siempre algo que llame la atención: una lámpara escultural, un cuadro grande o un mueble hecho a medida.
Este estilo es ideal si valoras la calidad por encima de la cantidad, si te gusta que cada rincón tenga una función clara y si prefieres espacios ordenados, pero con alma.
Estilo vintage actual: mezcla de pasado y futuro
El vintage sigue muy presente, pero ahora con una mirada más actual.
Puedes empezar con algo sencillo: una cómoda de madera de los años 60, una lámpara retro o una silla de otra época. Luego lo combinas con textiles actuales, una alfombra neutra o una pared pintada en color liso. La idea es que esa pieza antigua destaque sin que parezca que has heredado toda la casa de tu abuela.
Los colores que mejor funcionan son los verdes oscuros, el mostaza, el burdeos o el azul petróleo. También los estampados tipo geométrico o floral, pero en pequeñas dosis.
Este estilo tiene algo muy personal. Cada pieza vintage que eliges tiene una historia y hace que tu casa no se parezca a ninguna otra. Solo hay que tener cuidado de no sobrecargar el espacio y asegurarte de que todo encaje bien, aunque venga de épocas distintas.
Estilo japandi: el equilibrio perfecto
El japandi es una mezcla entre el estilo japonés y el nórdico. Está ganando mucho protagonismo porque combina lo mejor de ambos mundos: la calidez escandinava y la sobriedad japonesa. Es perfecto para quienes quieren un espacio sereno, funcional y bonito.
Para conseguir este estilo, lo primero es reducir lo innecesario. Los espacios deben estar despejados, pero sin parecer vacíos. Se usan muebles bajos, con líneas rectas, y materiales como la madera, el bambú, la cerámica o el lino.
La paleta de colores es muy neutra: blanco roto, beige, gris claro, negro y alguna pincelada en verde seco o azul muy oscuro. No hay estampados fuertes, ni brillos. Todo es suave y equilibrado.
Además, se le da mucha importancia a los detalles: una taza de cerámica bien colocada, una planta en una maceta sencilla, una lámpara de papel. Todo tiene su sitio, nada sobra.
Es un estilo que te puede venir bien si te agobian los espacios recargados y si te gusta el orden, pero con calidez. También si quieres que tu casa te ayude a estar más tranquila y enfocada.
Lo más importante es que tu casa hable de ti
Las tendencias están bien para inspirarte, darte ideas y ayudarte a descubrir qué te gusta. Pero al final, lo más importante es que tu casa se parezca a ti. No hay una forma única de decorar bien. Lo que funciona es que te sientas cómoda, que cada rincón tenga sentido para ti y que disfrutes el proceso.
Puedes seguir un estilo al pie de la letra, mezclar varios o adaptarlos a tu manera. Lo ideal es que no te agobies ni intentes hacerlo todo de golpe. Cambiar un mueble, pintar una pared, renovar los textiles o reorganizar un espacio ya pueden marcar una diferencia enorme.
Y si tienes dudas, busca inspiración, pregunta, consulta con profesionales si hace falta, pero no te olvides de disfrutar. Porque decorar no es una obligación, es una forma de hacer tuya la vida que estás construyendo cada día.