Las actividades que no pueden faltar en una residencia de ancianos

Muchos hijos no pueden atender las necesidades de sus padres y optan por una residencia para mayores, ya que este tipo de centros cubre las necesidades de los residentes. Además, en nuestro país hay 1,8 millones de personas mayores que viven solas y muchas deciden vivir en el centro residencial para estar en contacto con otros ancianos y para evitar los accidentes eléctricos.

El Periódico informa que «el 1 de enero de 2024 había 16.902 personas mayores de 100 años en España. Su número no ha parado de crecer en los últimos tiempos, y se prevé que crezca aún más en los venideros: en 2030 serán 33.000». El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que para el año 2050, las personas mayores de 65 años estarán por encima del 30% de la población.

Las residencias para mayores están abiertas para acoger a personas generalmente a partir de los 65 años con algún tipo de dependencia que les imposibilita vivir de manera autónoma, aunque también pueden vivir en este tipo de centros personas de edad avanzada que pueden valerse por sí mismos, pero que por diversas circunstancias, no es posible que residan en su propia casa.

Es importante saber qué equipo médico hay en la residencia y si estará cubierto las 24 horas del día. Lo ideal es optar por una residencia que tenga alguna certificación oficial de calidad tipo ISO y que cuente con un personal cualificado para atender a personas con demencias, mayores en sillas de ruedas o con gran dependencia. Las residencias de ancianos suelen estar adaptadas para atender todos los niveles de dependencia y los residentes están permanentemente acompañados y supervisados por el personal del centro.

Es fundamental que los residentes puedan recibir todas las visitas de familiares que deseen, como si estuvieran en su propio hogar. Cada residencia tiene sus características, pero lo ideal es que cuenten con los siguientes servicios: seguimiento de las dietas adaptadas a las necesidades de cada anciano, rehabilitación muscular, un programa con actividades ocupacionales y culturales, etc.

Es imprescindible que cuente con un equipo de personal sanitario, así como contacto directo con los hospitales para garantizar la atención médica necesaria y conseguir que el anciano pueda tener la mejor calidad de vida posible en el centro. Además, el servicio de enfermería se encarga de repartir la medicación a las horas convenidas. También debe ofrecer un servicio especializado para la rehabilitación, ya que estos cuidados son esenciales para los ancianos que sufren afecciones neurodegenerativas.

El fisioterapeuta se encarga de que el residente recupere su autonomía para que los síntomas le afecten lo menos posible. Un centro residencial debe contar con un servicio adaptado a las necesidades de los mayores, por lo que los menús deben estar adaptados a los residentes con patologías como diabetes, hipertensión o hipotensión. Es aconsejable que se sirvan platos equilibrados que contengan las cantidades adecuadas de proteínas, carbohidratos y grasas.

Para saber por qué son importantes las actividades de terapia ocupacional nos hemos acercado a las instalaciones de la residencia de ancianos Castilla y estos expertos en geriatría y en estas actividades nos han explicado que la terapia ocupacional aporta grandes beneficios para la conservación de las capacidades psicomotoras, y busca preservar las capacidades y autonomía de los mayores.

Otro servicio básico es la atención a la higiene y el aseo personal. Los profesionales que trabajan en el centro residencial se encargan del aseo personal, ya que muchos ancianos tienen  problemas de movilidad, lo que les impide encargarse por sí mismo de su cuidado personal, como puede ser lavarse la cabeza o ducharse. Es importante que el anciano cuente con las medidas de higiene y el servicio de peluquería es uno de los servicios más demandados en las residencias.

El personal de la residencia o una empresa externa presta servicio de lavado de ropa, tanto de la ropa de los ancianos como de sábanas y toallas, para mantener la higiene de todos los residentes. El centro residencial puede realizar clases de gimnasia adaptada a las necesidades de los ancianos y escoger la gerontogimnasia porque en estas sesiones se trabaja el equilibrio y la fuerza muscular.

A los mayores les encantan las actividades de ocio, por lo que es importante elegir una residencia que realice excursiones o paseos en entornos naturales, para visitar museos o asistir a charlas informativas sobre temas de interés. La residencia puede aportar un servicio de acompañamiento para aquellas personas que necesitan realizar algún paseo más largo y alquilar distintos tipos de ayudas técnicas como pueden ser sillas de ruedas, andadores o muletas. Es fundamental que la persona mayor se sienta en la residencia como en su hogar, así que la familia puede visitar el centro y valorar el estado de las instalaciones.

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