La higiene de la ropa influye en nuestra salud

Lavar la ropa de vestir que utilizamos a diario, así como la de la casa, como son las sábanas, toallas, cortinas, manteles, etc., es importante no solo por una cuestión de higiene y estética, sino también de salud, pues de esta manera nos aseguramos de que nuestra piel no estará en contacto con la suciedad y ácaros que pueden llegar a acumularse sobre los tejidos.

A la hora de proceder al lavado de nuestra ropa hay varios factores que debemos tener siempre muy presentes para evitar problemas dermatológicos comunes como, por ejemplo, la dermatitis de contacto, siendo uno de estos factores los productos de limpieza. En este sentido, el producto habitual para la limpieza de la ropa es el detergente, con el que se consigue que el producto textil quede visualmente limpio y libre de microorganismos. Además, con el fin de eliminar y diluir la suciedad y manchas, estos detergentes contienen compuestos que pueden resultar muy agresivos con la piel, provocando una alergia dermatológica, que es una reacción desmesurada a uno o a varios de los elementos químicos que contienen estos productos para la limpieza de la ropa.

Entre los elementos más comunes que contienen los detergentes están las fragancias, perfumes, desinfectantes o productos como, por ejemplo, el formaldehído, una sustancia que se emplea en el mantenimiento de los tejidos y para ayudar a la fijación de otros elementos en los productos textiles y que podría provocar irritación en la piel, resequedad, problemas respiratorios o que incluso se relaciona con procesos cancerígenos, o el fenol y la glicerina que al entrar en contacto la piel con la ropa lavada hacen que el sistema inmune reaccione, produciendo sarpullidos, erupciones o urticarias. Por ello es importante que las personas que desarrollen problemas dermatológicos derivados del proceso de lavado de la ropa, sigan algunas recomendaciones como, por ejemplo:

  • Utilizar detergentes hipoalergénicos o que sean lo más neutros posibles y que se encuentren libres de fragancias.
  • Evitar la utilización de lejía.
  • Lavar la ropa nueva antes de utilizarla por primera vez.
  • Seguir las indicaciones del fabricante del producto, en cuanto a la cantidad a utilizar en cada lavado.
  • Aclarar muy bien la ropa tras el lavado para eliminar cualquier tipo de rastro del detergente, pudiendo incluso realizar un aclarado adicional.
  • Eliminar o reducir lo máximo posible el uso de suavizantes.
  • Limpieza de la lavadora. La falta de tiempo y las prisas hacen que a menudo descuidemos algo tan esencial como es la limpieza de la propia maquinaria que utilizamos para lavar nuestra ropa, la lavadora. Las gomas, los cajetines que dispensan el jabón y el suavizante… son lugares donde habitualmente se depositan los residuos de suciedad y jabón, a la vez que son lugares que tienden a quedarse húmedos creando un moho que se traslada y mezcla con la ropa, impregnándola de sustancias nocivas, mal olor… Por ello es importante realizar periódicamente una limpieza y mantenimiento de nuestra lavadora. Además, esta recomendación es aplicable tanto para las lavadoras de uso doméstico como para las utilizadas en lavanderías industriales, tal y como nos recuerdan los expertos de LavaTur, quienes trabajan mano a mano con lavadoras industriales para múltiples sectores y, por ello, saben bien de lo que hablamos, así como velan porque sus productos cuenten con el mejor de los mantenimientos posibles.

Lavado de la ropa del recién nacido

La ropa de un bebé recién nacido necesita un trato especial, puesto que la piel del bebé es muy delicada, fina y suave, por lo que se recomienda que durante los primeros meses de vida su ropa se lave por separado de la de los demás miembros de la casa, siguiendo unas recomendaciones específicas, como son:

  • Lavar la ropa antes de estrenarla. Durante el proceso de fabricación de las prendas de vestir y de la ropa de cama, estas se impregnan de productos muy diversos, químicos, tintes… de los cuales pueden quedar residuos cuando llegan a los puntos de venta. Esta ropa, además, puede acumular polvo y otros agentes en el almacenaje, en el transporte, el comercio… No siendo conveniente que estos restos toquen la piel del bebé, por lo que es aconsejable lavar toda la ropa del bebé antes de su utilización por primera vez.
  • Utilización de jabón específico, neutro. Para lavar la ropa del recién nacido se deberá elegir un detergente neutro especial para bebe, testado dermatológicamente, que cuide el pH de su piel. De este modo evitaremos productos demasiado agresivos con su delicada piel. Por supuesto también está desaconsejado la utilización de suavizantes, lejía, quitamanchas, etc.
  • El aclarado. Es importante asegurarse que no queden restos de jabón en la ropa, por lo que se debe prestar atención al aclarado.
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