Ir al volante es una responsabilidad muy grande con la que hay que cumplir y de la cual va a depender no solo la seguridad propia y la de las personas que se encuentran a nuestro alrededor, sino también la de todas las personas que pasen en algún momento del viaje cerca de nosotros o nosotras. Es evidente que hablamos de un asunto de la máxima importancia y que todos y todas debemos colaborar en la medida de lo que sea posible para intentar que este valor, el de la seguridad, sea siempre lo primero y lo más importante. Cualquier medida que tomemos que vaya dirigida a ello es bienvenida y debe ser implementada con rapidez y eficacia.
En España, cada día, a cada hora, se produce alguna infracción cuando estamos al volante. Lo vemos en muchas ocasiones a nuestro alrededor, cuando nos encontramos circulando por alguna calle o vía. Y también lo vemos en los informativos en el caso de los más graves. La Policía y la Guardia Civil hacen todo lo que está en su mano para intentar que nada pueda afectar a la seguridad de la gente, pero está claro que los milagros no existen y que esa seguridad de la que estábamos hablando en el párrafo anterior depende de todos y cada uno de los conductores y conductoras.
El alcohol es uno de los problemas principales cuando se va al volante. Estamos hablando de uno de los principales peligros tanto para nuestra propia seguridad como para la de todas aquellas personas que se encuentran cerca de nosotros o nosotras. Afecta directamente a nuestros reflejos, a nuestra visibilidad, a nuestra capacidad de reacción… en resumen, a todo lo que necesitamos para conducir con responsabilidad. No es de extrañar, por tanto, que se hayan intentado evitar por todos los medios físicos y legales que la gente no beba alcohol antes de ponerse al volante. Las consecuencias pueden ser catastróficas.
Una noticia publicada en el portal web del diario Expansión informaba de las diferentes pérdidas de puntos y multas que existen para un caso de positivo por alcoholemia. Apunta la noticia que, en el caso de que la tasa supere los 0’5 gramos por litro de sangre o los 0’25 miligramos por litro de aire espirado, las multas mínimas son de 500 euros y la pérdida de puntos en el carnet de conducir asciende a cuatro unidades. En el caso de conductores profesionales o noveles, la tasa es diferente y se sitúa en 0,3 gramos por litro de sangre o 0,15 miligramos por litro de aire espirado.
En el caso de que la sanción sea leve, la multa será, como decimos, de 500 euros y 4 puntos. Pero también hay casos graves, por desgracia. En esos casos, las multas pueden ascender a 1.000 euros y alcanzar los 6 puntos. Está claro que se trata de una cuestión que debe servir para que la gente piense dos veces si conducir sabiendo que va a dar positivo en un posible control de alcoholemia. Pero, por desgracia, ese tipo de situaciones se sigue produciendo. Y las desgracias también llegan como consecuencia de esto. Hay que tener sensibilidad con este tema porque hablamos de algo serio y que requiere del mayor de los cuidados.
Es cierto que, poco a poco, la sociedad se va mentalizando y va siendo cada vez más consciente del riesgo que supone el alcohol para el hecho de conducir un vehículo bajo sus efectos. Una de las pruebas que lo pone de manifiesto se encuentra en esta noticia del portal web navarra.es, en la que se indica que en el año 2019 bajaron los casos de positivos en controles de alcoholemia. Es una gran noticia, qué duda cabe, pero hay que tener claro que esto requiere de una continuidad en el tiempo y de que se siga reduciendo ese impacto que tiene el alcohol entre los conductores y las conductoras de nuestro país.
Hay que tener en consideración un asunto que nosotros pensamos que es clave: cuando una persona da positivo en un control de alcoholemia y tiene que enfrentarse a un juicio de los denominados “rápidos” a causa de ello, tiene derecho a una defensa. Toda persona que se enfrenta a una situación como esta tiene derecho a ella, es algo que está reconocido en buena parte de los países de este mundo. Si ha cometido un delito, tened por seguro que va a tener que pagar por ello. Pero todo se tiene que ajustar a una legalidad y someterse a un proceso judicial que sea claro y transparente. De lo contrario, quien pierde la razón es la propia justicia de la zona geográfica en la que nos encontremos.
A la hora de someterse a un juicio rápido derivado de un control de alcoholemia que ha resultado positivo, es preciso que la persona acusada se defienda de la mejor manera posible para evitar que las consecuencias económicas sean demasiado graves. Uno de los principales problemas que tienen las personas que se encuentran en esta situación, de acuerdo a la opinión que manejan en Antolín-Abogados, entidad que cuenta con amplia experiencia en la defensa de personas que están implicadas en un juicio rápido por haber dado positivo en un control de alcoholemia, es el hecho de que muchas veces no cuentan con una defensa especializada en este campo.
Es importante que no haya una segunda vez
Es clave, en asuntos como de los que estamos hablando, que si alguna vez damos positivo en un control de alcoholemia, tomemos conciencia del perjuicio que eso le puede suponer a la gente de nuestro alrededor y no volvamos a repetir la situación. Una vez que tenemos algún tipo de antecedente relacionado con este tema, la defensa para un próximo proceso se vuelve un poco más complicada. Por eso es clave que, si nos ha pasado alguna vez esto, pensemos dos veces si queremos beber antes de coger el coche. Puede ser un error del que nos terminemos arrepintiendo toda la vida.
Cuando pasamos por una situación como la que estamos describiendo y no la hemos protagonizado antes, está claro que existe la posibilidad de que el peso de la justicia no sea tan duro como lo podría ser en el caso de que estemos por segunda vez ante una situación como esta. Todo el mundo puede cometer un error durante su vida, es algo de lo que nadie se libra, pero no cabe la menor duda de que, cuando estamos en la misma situación por segunda vez, las cosas se complican demasiado. Por eso es importante que mantengamos en todo momento la cordura y tengamos la capacidad de prevenir el hecho de beber alcohol si sabemos que vamos a conducir poco tiempo más tarde.
España mejora en educación vial
No queríamos despedir este artículo sin hablar de los buenos resultados que España viene cosechando en materia de educación vial en los últimos años. Poco a poco, parece que nos vamos convirtiendo en una referencia en lo que tiene que ver con el cuidado de nuestra seguridad y la de todas las personas que nos rodean cuando estamos al volante. Y eso es muy importante. Este asunto, que era pasado por alto hasta hace no demasiado tiempo, ahora es una de las máximas de cualquier institución pública y cada vez la de más personas. Esa es la base para prevenir cualquier riesgo de accidente al que podamos estar sometidos en algún momento.
Hay que promover la seguridad vial porque las cifras de accidentes y fallecidos de las que se ha hecho gala en algún momento de nuestra Historia no se pueden volver a repetir. Son muchas las vidas que se han perdido y que podrían haber continuado adelante si la seguridad hubiese estado mucho más presente en la mente de los conductores españoles. Porque es ahí, en la cabeza de cada cual, donde se encuentra la clave para seguir mejorando en lo que tiene que ver con este campo. De nada sirve que haya una ley regulando una materia si en la cabeza del ser humano no está la posibilidad de cambiar su actuación para evitar problemas de seguridad.
La seguridad vial siempre es un aspecto que va a formar parte de la sociedad moderna. Pueden cambiar muchas cosas, pero la necesidad de desplazarse de un lugar a otro por trabajo o por la razón que sea va a seguir siendo parte de nuestra vida por muchas cosas que puedan pasar y muchos avances tecnológicos (llámense redes sociales, llámese comercio electrónico) que existan. Por eso, tener todos los conocimientos y precauciones a nuestra disposición para circular es importante. Esperamos que eso siga sirviendo para mejorar todavía más en lo que respecta a la seguridad que mantenemos al volante. No puede haber una noticia que sea mejor para el conjunto de la ciudadanía de un país, una ciudad o una región en concreto. Ojalá que, en un artículo futuro, sigamos alabando esta labor.