Grabado y personalización van de la mano

Todos hemos tenido alguna pulsera grabada, un anillo o cualquier objeto personal con una inscripción que lo haga único. El grabado es una técnica milenaria, siempre utilizada con la finalidad de marcar algún objeto. En la edad moderna, grabar un artículo, conlleva implícito el hecho de que se trata de algo relevante. Sobre todo cuando nos referimos a joyas u objetos de lujo.

Si nos remontados al pasado, el grabado es una técnica, como hemos dicho, milenaria, la cual ha evolucionado a lo largo de la historia. Esta evolución conlleva una adaptación a las necesidades y la tecnología de cada momento y época. Desde sus orígenes remotos, en las más antiguas civilizaciones hasta la influencia que tiene dentro de la era digital (y la era digital en el grabado), esta técnica, ha sido una de las formas de expresión artística que más ha perdurado en el tiempo. Podemos decir que el grabado ha sido considerado una obra de arte que desafía las limitaciones del tiempo. Siendo muy apreciada en todo el mundo, debido a su versatilidad y la capacidad de transmitir emociones y mensajes de forma única.

No obstante, en este artículo, queremos centrarnos más en el grabado de objetos, ese tipo de grabado de encargo que hacen que un artículo, se convierta en algo más personal y personalizado. En Regalo Grabado, dedicados al grabado y la personalización de todo tipo de artículos, nos han hablado de algunos aspectos del sector y las diferencias entre el grabado mecánico (de toda la vida) y, el más reciente y moderno, grabado laser.

Conocer las ventajas y posibilidades de cada tipología, puede ser de gran ayuda a la hora de solicitar que nos graben alguna pieza. Aunque se trata de una técnica milenaria, no cae en desuso, es más, evoluciona con el tiempo, ofreciendo cada vez, más calidad en sus acabados.

Grabado mecánico y grabado láser

Los expertos en este tipo de máquinas, saben que hasta finales de los setenta, las máquinas de grabado mecánico y las manuales o pantógrafos, eran el único tipo de equipos de los que podían valerse para personalizar cierto tipo de objetos. Con los pantógrafos, se grababan y personalizaban diversos tipos de objetos como las placas de los trofeos, bolígrafos, relojes o rótulos, entre otros muchos artículos.

Las máquinas de grabado mecánicas utilizadas con soporte informático, supusieron toda una revolución dentro del mundo del grabado. Estas máquinas más modernas, permitían a los profesionales, prescindir de las necesarias plantillas de latón que se utilizaban con el pantógrafo. De hecho, se pasaba a escribir el mensaje de forma directa en el objeto o se importaba un diseño concreto del equipo informático. Luego de elegir el texto y la tipografía, el grabado se llevaba a cabo de forma automática por la máquina.

En los últimos años, la irrupción del láser en nuestras vidas, ha dado un nuevo impulso a las máquinas de grabado. Ahora estas máquinas de grabado son con láser, lo que ha contribuido notablemente a simplificar el proceso de grabado. Este gran avance, permite marcar y, por lo tanto, personalizar, infinidad de materiales mediante la aplicación de un haz de luz. Con esto se evita la relativa complejidad que acarreaba utilizar las herramientas de grabado convencional, es decir, fresas, brocas o diamantes, intrínsecamente ligadas al grabado mecánico.

Sin embargo, a pesar de que las máquinas de grabado mecánico, manejadas por ordenador, reemplazaron a los pantógrafos en un tiempo bastante corto, el efecto del láser, no ha tenido el mismo impacto en lo que al grabado rotativo informatizado respecta. Lo que ha dado como resultado, una adecuada convivencia entre ambas máquinas. Aunque el sector del grabado se va decantado de forma inequívoca por la tecnología láser, dominante en sectores específicos. Sobre todo a consecuencia de las nuevas tecnologías que surgen dentro de este tipo de equipos de trabajo.

Cabe señalar que, a pesar de la tendencia generalizada por el grabado láser en numerosos sectores, lo cierto es que el grabado mecánico, cuenta con una serie de cualidades únicas en lo que al acabado del trabajo respecta. De ahí que sigan considerándose la herramienta más adecuada para realizar determinados tipos de trabajo.

En contraposición, ambas son similares en el sentido de que se utilizan para grabar una amplia variedad de materiales, concediendo muy buenos resultados. No obstante, difieren en muchos aspectos, incluyendo la propia mecánica de funcionamiento y los acabados que proporcionan.

Cuando se trata de optar por uno u otro, resulta indispensable, determinar cuál es la tecnología más adecuada para la aplicación a realizar. Existen aplicaciones las cuales el tipo de grabado eclipsa al otro, en tanto que en otras situaciones, cualquiera de los sistemas, ofrece un excelente resultado.

A continuación, detallaremos algunas de las aplicaciones en las que cada tipo de grabado, proporciona mejores resultados.

A cada trabajo su tecnología

Así debe ser. Si tenemos dos máquinas para realizar una misma función, pero una da mejores resultados en un terreno y la otra, en otro, lo natural es aplicar cada una en su campo. Por lo tanto, los que se dedican al grabado de objetos, saben bien que tipo de máquina deben utilizar en cada momento. Aunque al  final, cada maestrillo tiene su librillo.

El grabado mecánico, cuenta con unas ventajas sobre el grabado láser, al menos para la inmensa mayoría de grabadores. Con este sistema se puede grabar prácticamente cualquier tipo de metal, incluyendo el aluminio, el latón, el acero inoxidable, la plata o el platino. Sin importar si el metal cuenta con revestimiento o no, o si se trata de un metal precioso o semiprecioso. Puede mecanizarse para generar un grabado profundo (fresado) o marcarse ligeramente, obteniendo el brillo específico de los metales más nobles, cuando se utiliza un diamante no giratorio.

Por lo que podemos decir que el grabado mecánico es el más adecuado para grabar artículos de metal, destinados a la joyería y la orfebrería.  Aunque en los últimos años se han introducido láseres de fibra para aplicaciones concretas del sector de la joyería, lo que ha dado como resultado un debate entre los profesionales del sector.

Además, el grabado mecánico supone un buen sistema para grabar rótulos en los que predomina el texto. Es decir que el texto es mayor y más relevante que los logotipos, gráficos o fotografías. Cuando se trata de grabar grandes cantidades de etiquetas, insignias de identificación, placas… la máquina de grabado mecánica es la mejor opción, sobre todo si el material no se puede grabar con tecnología láser. Por el contrario, en el caso de grabar logotipos, gráficos complejos o fotografías, no es la mejor opción. En este caso, la tecnología láser es una mejor alternativa.

Otro tipo de grabados en los que gana el mecánico son aquellos con normativa específica de arranque de viruta. Existen ciertas normativas de la CE y otras de carácter internacional, en las que se indica como preceptivo que el marcaje e identificación de determinadas piezas, se lleve a cabo mediante arranque de viruta, lo que viene a ser, generando cierta profundidad al grabado, haciendo que se convierta en imborrable. En este caso en particular, la ventaja del grabado mecánico frente al láser es definitiva.

Para los grabados que posteriormente han de pintarse  o tratarse con algún recubrimiento, vuelve a ganar el grabado mecánico, con fresa o micro percusión. Esto es muy habitual en los entornos industriales, puesto que determinadas piezas metálicas, deben identificarse mediante grabado y, posteriormente deben pintarse o bañarse con diversos tratamientos. El grabado mecánico es mucho más eficaz que el láser, debido a que puede generar mayor profundidad.

Si nos pasamos al lado del grabado láser, diremos que el principal punto a favor es su gran versatilidad. Se trata de un método de marcado tan versátil que las aplicaciones para las que puede utilizarse, solo tienen como límite la imaginación. La versatilidad y facilidad de uso de este tipo de herramienta, supera a la del sistema de grabado mecánico. Permite grabar y cortar materiales como acrílicos, metacrilatos, plásticos, madera, etc. al mismo tiempo que permite personalizar un pantalón de pana o una copa de cristal.

Son muchos los negocios de grabado que han expandido sus horizontes, gracias a este tipo de tecnología. En algunos casos complementando sus equipos de grabado mecánico, mientras que en otros, los reemplazan sin más. Por lo que son muchos los mercados en los que la tecnología de grabado con láser se ha erigido como esencial. Por ejemplo, podemos citar el corte y grabado de acrílicos y metacrilatos, donde ofrece un excelente pulido de los bordes, el grabado y corte de madera, de espejos y cristal, sellos de caucho…

Con el añadido de que permite grabar fotografías y logotipos con muchísima precisión y detalle. Por lo que podemos concluir que la tecnología láser ofrece un sinfín de posibilidades, llegando incluso a grabar y tratar la piedra natural, por lo que se está convirtiendo en una opción más que popular en el trabajo del mármol.

En definitiva, ambos sistemas son perfectamente válidos y, cada uno de ellos, ofrece unos resultados excelentes dentro de su campo de aplicación. A razón del trabajo a realizar, uno será mejor opción que otro, pero en cualquier caso, los dos ofrecen un buen resultado.

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