Las azafatas, también conocidas como auxiliares de vuelo, sobrecargo, tripulante de cabina de pasajeros, etc., son parte de la tripulación de un vuelo que tiene como objetivo principal el de vigilar que el vuelo se haga de forma segura y velar porque todos los pasajeros se encuentren en comodidad.
No obstante, esto no solo aplica para vuelos, si no que también podemos encontrar a azafatas o tripulantes de cabinas en barcos o trenes de largo recorrido. La diferencia entre estos, es que las que encontramos en los aviones deben regirse por las normas aeronáuticas que se encuentran en vigencia, mientras que los que encontramos en los trenes se rigen por las normas aplicadas a este medio y además se encargan de cambiar las camas, estar pendiente de las comidas y vigilar que todo se encuentre en aptas condiciones para los pasajeros.
Si alguna vez has viajado en uno de estos transportes, entonces seguramente te has beneficiado de sus servicios, pero ¿Te has preguntado su origen? ¿Cómo fue que llegaron allí? Como la curiosidad nos mata y de verdad es algo sumamente interesante, fuimos a visitar a los expertos en el curso de seguridad aeroportuaria de Facilities Airport quienes nos contaron sobre esto y mucho más.
La historia de las azafatas
La primera persona que ejerció esta profesión fue un hombre, en el año 1911 sobre un dirigible alemán y la primera mujer lo hizo en el año 1930.
Durante los siglos XVI y los siguientes, la Azafata era una mujer viuda, noble, que era elegida por la corte española, y que tenía como asignación el llevarle a la reina todas las mañanas, sus vestidos, alhajas y demás, la razón por la que se llamaban así, era porque estos implementos iban dentro de un cestillo bajo conocido como azafete, de ahí que se empezara a utilizar este término, porque la cesta es muy parecida a una bandeja ¿Interesante? ¿Verdad?
La primera mujer que viajó como tripulante de cabina fue una mujer enfermera, durante la época de la guerra, para que asistiera a los pasajeros que se encontraban en la nave y cuidara que nada les sucediera. Así, esta fue la primera razón para incluir este personal en los vuelos, sin embargo, con el pasar del tiempo, fueron adquiriendo otras responsabilidades.
Además de vigilar por la seguridad de los pasajeros y su comodidad, los sobrecargo o tripulantes de cabina se fueron encargando de brindarles comida, bebidas y hacer todo lo posible para que los mismos se encontrasen lo más cómodos posibles.
Durante los años 1960 y 1970 esta profesión fue mal interpretada por diversas personas, debido a algunos comerciales que se lanzaron en su momento, donde el slogan era algo parecido a “I’m Kristin, fly with me” (en español “Soy Kristin, vuela conmigo”) con música sugerente e incluso, durante esos tiempos solo podía haber mujeres encargadas de esta profesión.
Más adelante y en la actualidad, tanto hombres como mujeres se encuentran debidamente capacitados para ejercer de forma satisfactoria esta profesión y brindar seguridad y confort a los pasajeros del vuelo.
Por otra parte, existe un cargo que se denomina auxiliar de vuelo y aunque sus funciones pueden ser muy parecidas a las que desempeña un aeromozo o aeromoza, este primero se encarga es de proporcionar información a todos los pasajeros y estar al corriente de que todos estén completamente seguros.
Ahora bien, como les comentamos anteriormente, somos curiosos y quisimos conocer además de la historia, la razón por la que para ejercer esta profesión se necesita cumplir con ciertos requisitos y Facilities airport nos contó lo siguiente:
¿Por qué se deben cumplir ciertos requisitos para poder ser azafata?
Uno de los principales requisitos para poder asumir esta profesión es que la persona goce de buenas condiciones de salud, es decir que este en un peso acorde con su estatura, no tenga problemas cardiacos, respiratorios o de cualquier otro tipo ¿Por qué? Simple, porque su función es la de velar por la seguridad de los pasajeros, si ella no cumple con todo esto, no va a poder realizar debidamente su trabajo.
Además de todo lo mencionado con anterioridad, los tripulantes de cabinas también deben saber cómo nadar y pasar una cierta serie de pruebas durante su entrenamiento para poder ejercer esta profesión, que, aunque no se estudia en la universidad, existen cursos e instituciones que se dedican especialmente a formar hombres y mujeres para tal fin. Y es que mientras se esté en el aire ellos son los responsables de la seguridad de todos en el avión.