Gimnasia facial para estar más guapa

La belleza requiere esfuerzo y sacrificio. Al menos así nos lo hacen creer. Lo cierto es que no debería ser así, pero lo es. Aunque no sea al cien por cien, ni para todo el mundo. También depende de la manera de entender la belleza que tenga cada persona. Antes, estas cuestiones, se relegaban a las mujeres; en la actualidad, los hombres andan por igual, a la zaga de los trucos de belleza. Si entendemos belleza como sentirse bien con una misma y encontrase guapa, podemos decir que a nadie le amarga un dulce. Lo cierto es que la mayoría de los mortales valoran esta cualidad, aunque la belleza este en los ojos del que mira.

Para sentirse guapa, no basta con mirarse al espejo y comprobar que lo eres, tienes que creerlo. Existen personas con unos rasgos de lo más atractivos o dulces que se sienten feas y, por el contrario, personas cuyos rasgos no resultan especialmente agradables, pero se sienten estupendas. La cuestión es esa, la percepción propia y personal. A fin de cuentas, no puedes gustarle a todo el mundo, de la misma manera que a ti, no te gustan todas las personas con las que te cruzas por el camino.

No obstante, como decíamos al principio, la belleza, en según qué casos, requiere esfuerzo, sacrificio y constancia. Incluso si se recurre a la cirugía estética, los cuidados deben seguir para prolongar la vida de los resultados. Todo es efímero, nada permanece y, la belleza, cuando no es natural, tiene fecha de caducidad. Sin embargo, existen muchas muchas cosas que se pueden hacer para sentirse guapa (o guapo) y mejorar el aspecto general de nuestro rostro y cuerpo. Basta con acudir a un centro de estética para que te realicen alguno de sus tratamientos o seguir algunas pautas en tu propia casa. Nosotros nos hemos topado con algo curioso que, seguro que no es lo más nuevo, pero nos ha parecido digno de recordar. Se trata de la gimnasia cutánea o facial. Si te interesa, sigue leyendo.

¿Gimnasia facial?

Exactamente, gimnasia facial o cutánea con su correspondiente tabla de ejercicios. El origen de esta disciplina gimnastica, lo encontramos en la antigua China, allá por el año dos mil quinientos a.C. Se trata por lo tanto de un ejercicio milenario, tanto como el yoga, cuya popularidad ha ido creciendo a nivel mundial ¿Por qué? Sencillamente, proporciona visibles beneficios, algo que nos aseguran en Versátil, centro de Estética, como expertos en tratamientos faciales en Logroño,  tanto a nivel de piel como de musculatura de la cara.

Esta parte de nuestro cuerpo, tan cuidada en según qué aspectos, se descuida sobremanera en otros. Con la edad se van acumulando imperfecciones, arrugas y las mejillas, pierden su vitalidad, el contorno facial se desdibuja y la piel del cuello, se va volviendo flácida y débil. Por otro lado, podemos sufrir una parálisis facial y sentir como sus consecuencias, afectan al rostro, en forma de perdida de sensibilidad y capacidad de movimiento en parte dela musculatura facial.

Como respuesta a estas deficiencias o carencias en el tono de la piel, encontramos la gimnasia facial. Estos ejercicios se ocupan de tonificar los músculos, tanto del cuello como del rostro, estimulándolos para que produzcan mayor concentración de fibras de colágeno y elastina (proteínas del tejido conjuntico, encargadas de prevenir el envejecimiento de la piel), y mantenerlos fuertes, aumentando la capacidad de movimiento y receptividad de la misma.

Entre los beneficios de la realización de este tipo de ejercicios, podemos encontrar los siguientes:

  • Combate los efectos de la vista cansada.
  • Elimina las células muertas y las toxinas faciales.
  • Favorece la circulación sanguínea de las células de cuello y rostro.
  • Mantiene la elasticidad y movilidad de los músculos faciales.
  • Previene la aparición de arrugas y difumina las que ya se han formado.
  • Promueve la regeneración celular.
  • Reafirma el tejido del rostro y el cuello.
  • También tonifica la musculatura.

En cuanto a los ejercicios a realizar, conviene recordar que tanto el yoga facial como el pilates o el upface, forman parte de la misma disciplina: la gimnasia facial. Como ocurre dentro de cualquier deporte, existen numerosas metodologías de aplicación. Cada modalidad recurre a técnicas y ejercicios singulares, aunque todas ellas tienen el mismo objetivo final: estimular los músculos del cuello y el rostro.

Los ejercicios destinados a cuidar el rostro, se fundamentan en dos tipos de actividades: por un lado ejercicios de repetición para grupos de músculos faciales y, por otro, automasajes cutáneos, destinados a la estimulación sanguínea y activar la microcirculación. Estas rutinas de ejercicios, requieren una atención de veinte minutos al día, un ambiente en calma y la tranquilidad necesaria para realizar los ejercicios. Deben hacerse frente a un espejo, de forma minuciosa y sin prisa.

Una premisa básica en cualquier rutina de ejercicios

Del mismo modo que puede hacerse en la práctica de cualquier tabla de ejercicios, en lo que a gimnasia facial respecta, la premisa es practicar un calentamiento previo y otro posterior. Para hacerlo de forma correcta, basta con seguir las siguientes pautas:

  • Empezar con una limpieza inicial básica, lavando manos y realizando la rutina de higiene facial.
  • A continuación, lentamente, para no dañar músculos ni piel, masajear las zonas faciales que van a ser ejercitadas. Se hace con la yema de los dedos, realizando movimientos suaves y ascendentes.
  • Tras veinte minutos de ejercicios, cada tabla tiene unos, la sesión finaliza, relajando la musculatura ejercitada, con un automasaje en las zonas que han sido trabajadas.
  • Para finalizar, practica unas respiraciones abdominales lentas, manteniendo los ojos cerrados.

Cada rutina de gimnasia facial, cuenta con sus propias tablas de ejercicio, como ya hemos comentado. No obstante todas ellas implican, de forma generalizada, la realización de ejercicios destinados a:

  • Combatir y prevenir las arrugas de labios y frente.
  • Reforzar la piel del cuello y la papada.
  • Tonificar la piel del rostro.
  • Trabajar los pómulos.
  • Tratar el contorno de los ojos.

Un ejemplo de tabla de ejercicios, podría ser el siguiente:

Para cuello y papada, colocar las manos en la base del cuello, mirar hacia el techo y poner “morritos” a las luces del baño.

Girar lentamente la cabeza hasta que se alinee con cada hombro, poner “cara de pez”, succionado los mofletes.

Hacer dos series de cada ejercicio con quince repeticiones cada una, durante dos minutos.

Para los pómulos, pellizcarlos en dirección a la sien, el surco nasogeniano hacia la comisura de los labios y toda la línea de la mandíbula. Se activa la microcirculación, tonifica y aporta luminosidad.

Una serie de veinte repeticiones por lado durante un minuto y medio.

Para el mentón y el ovalo facial, haz que tu labio inferior cubra los dientes y mueve la mandíbula de arriba abajo, intentando que sobrepase la mandíbula superior.

Hincha las mejillas durante cinco segundos, suelta el aire y pronuncia la letra O de forma exagerada.

Dos series de cada uno, con diez repeticiones durante un minuto y medio.

Para el contorno de los ojos, realizar movimientos de tecleo con los dedos, empezando por la zona de las bolsas, subiendo por las cejas y completando el circulo.  Pinza la nariz con los dedos desde su nacimiento hasta el puente y vuelve a subir.

Estira con suavidad los extremos de los ojos hacia las sienes, como si hicieras “la chinita”. Aguanta cinco segundos y repite.

Dos series de cada ejercicio, con veinte repeticiones cada una, durante dos minutos y medio.

Para la frente, pon las yemas de los dedos alineados en vertical en el centro y deslízalos hacia las sienes.

Coloca las manos en forma de diadema, estira hacia atrás mientras haces el movimiento opuesto con las cejas, sin fruncir.

Dos series de cada uno, veinte repeticiones y un minuto y medio de duración, son suficientes.

Nada de dificultad por ningún lado, aunque un poco de ridiculez en algunos de ellos si puedes sentir. Aunque lo que cuentan, son los resultados y, por lo que se ve, son bastante notables. Tan solo hay que tomárselo en serio y ser disciplinadas, como con cualquier tipo de ejercicio.

Para concluir, añadir que estos ejercicios son aptos para personas de cualquier edad, teniendo en cuenta que, cuanto antes se empiece, más se disfruta de sus beneficios. Su práctica viene respaldada por profesionales sanitarios, por lo que hay que tener en cuenta algunas medidas de precaución.

Las personas que sufran parálisis facial, problemas relacionados con operaciones faciales, bruxismo o tendencia a que se desencaje la mandíbula, requieren cuidados concretos, indicados por especialistas.

No se recomienda la realización de este tipo de ejercicios durante el embarazo. En caso de padecer rosácea, la tonificación no supone un problema, pero hay que evitar los ejercicios que requieran de masajes. En el caso de haberse puesto bótox en el rostro, se aconseja esperar cuatro semanas antes de iniciar la rutina, siendo aconsejable, únicamente cuando existe movilidad en el rostro. Tampoco se aconseja hacer los ejercicios con lentillas puestas o aparatos bucales.

Poco más podemos añadir respecto a este tipo de gimnasia tan interesante, salvo que habrá que probarlo y ver si se quitan o evitan, las arrugas.

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