La dura factura psicológica de presentarse a oposiciones

La preparación de las oposiciones, como nos dicen aquellos que se dedican a la preparación y formación de las mismas como preparadorpt.com son algo complejo en lo psicológico, en especial cuando no hay tiempo para hacer cosas que nos agradan o queremos pasar tiempo con amigos y familiares.

El número de personas que toman la decisión de opositar aumenta

Cada año  es significativo que empiezan a opositar miles de personas, donde los resultados varían dependiendo de la persona y su dedicación. Unos logran la plaza a la primera y otros hacen que la oposición sea su trabajo sin remunerar durante unos años.

Hay encuestas que dicen que un 40%  de los opositores se dedican a ello y el 60% estudiaba cuando no se trabaja. Las dos situaciones, que pueden ser por escasez de ingresos, falta de tiempo y demás, acostumbran a tener un importante impacto en lo psicológico en las personas que opositan, en especial si ello se alarga por bastante tiempo.

El llamado síndrome de opositor

La preparación de oposiciones lo que llega a implicar es a estar expuesto a una serie de elevados niveles de estrés por un periodo de tiempo amplio y todo ello bajo la presión de un preparador o academia, así como la competencia por parte de otros opositores.

Pensemos que todo este trabajo y el esfuerzo se evalúa en un único examen, lo que no ayuda. Por otra parte, hay bastantes opositores que le dedican bastante tiempo al estudio, lo que significa que invierten poco o escaso tiempo en cuanto a las relaciones sociales, pareja, aficiones, etc. Esto disminuye de forma drástica en la producción de emociones en lo positivo, lo que afecta de esta forma sobre factores como la motivación o el estado de ánimo.

Cuando se comienza a opositar, o al menos cuando se hace en serio, no siempre se toma bien

Hay que tener en cuenta que se pasa de quedarse con los amigos, la familia o la pareja cuando más nos apetece a comenzar con un horario de gran rigidez donde muchas veces es posible tener un día de descanso.

Ante el proceso puede tener días que son mejores y otros peores. En este sentido, hay una fluctuación en el terreno emocional donde es posible llegar a sentirse como que estuvieran en una montaña rusa, días de esos en los que uno está más a tope y otros de mayor desmotivación. No es fácil entender el estilo de vida que lleva un opositor.

La importancia de autocuidarse

Ser opositor no siempre va a ser un tormento. Todo ello depende bastante de la situación personal de cada uno y de lo importante que sea aprobar. En este sentido, se vive lo que podríamos denominar como una montaña rusa de emociones.  Hay opositores que no dependen por completo del resultado de las oposiciones porque ya tienen trabajo, porlo que es más fácil no obsesionarse con el tema.

El descanso es bastante importante de tal forma que se pueda sacar algún momento diario en el que se pueda hacer algo que uno quiera.

Poder parar y descansar es un elemento fundamental del autocuidado, siendo importante para que se lleve mejor la etapa a nivel opositor.

Hay una serie de aspectos básicos, caso de tener un descanso buena en horas nocturnas, manteniendo una serie de horarios regulares en el sueño, contar con una alimentación sana, hacer deporte o mantener horarios regulares de sueño, o practicar deportes para que se mantenga el cuerpo activo después de una serie de horas diarias con el mantenimiento de una vida sedentaria y disfrutar de ocio y desconexión.

Los psicólogos aconsejan en lo emocional como lo hacen con el estudio, que la oposición se puede decir que es una carrera de fondo y hay que pasar bastantes horas con uno mismo.

Pensemos que hay que tener cuidado con el perfeccionismo y recordar que hay variables que están fuera de control.

De todas formas, es posible que se llegue a un punto que se nos pueda hacer bastante grande, donde se plantee abandonar. Todo esto va a depender de cada caso en concreto y el objetivo propuesto.

Pensemos que, como opinan muchos expertos, lo que ocurre es que se defienden mucho los descansos y también las vacaciones, aunque siempre se programan. La decisión de que se abandone es algo bastante radical y no se recomienda, salvo que la persona tenga claro que el objetivo es la oposición. Esto lo decimos, porque después es bastante complicado tener que ponerse de nuevo con el estudio.

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