La espiritualidad y la religión tienen algunos aspectos en común que hacen que la conciencia humana, valla más allá de lo terrenal y lo palpable. Encontrarse a uno mismo o misma a través de las emociones y la espiritualidad, utilizando herramientas como la oración y la meditación, acercan a las personas a su verdadero yo. Su yo interno, es al que si se le da la oportunidad de emerger, crece y hace crecer. Por norma general, la espiritualidad hace mejores a las personas. Las torna menos terrenales y materialistas, haciendo que busquen lo necesario en aspectos menos mundanos. No todo el mundo comparte esta forma de ver la vida o filosofía. Por eso existen numerosas religiones o corrientes espirituales que ofrecen diferentes posibilidades a la hora de buscar dentro de uno mismo.
El entorno que propicia un retiro espiritual, invita a los asistentes a adentrarse en su propio interior, allí donde se encuentra la mirada interna que hace emerger la aceptación y el amor en todo lo que se acontece. Los maestros en estas cuestiones aseguran que solo en el silencio es posible encontrar el camino para volver a casa. Asistir a retiros espirituales como los que ofrece Prem Sambhavo, expertos en masaje tántrico para hombres en Teruel, son una de las mejores maneras de escapar a los miedos y evolucionar como persona.
Cada vez son más las personas que sienten la necesidad de hacer stop en su día a día y para ello, deciden acudir a un retiro espiritual que influya de forma directa en la vida, conduciendo a una mejora general de la misma. El concepto no es nuevo, se practica desde hace milenios, en gran medida relacionado con una naturaleza religiosa. En muchos casos, aquellos que se adentran en el camino de la espiritualidad, pueden tener motivaciones relacionadas con la religión, pues se centran en encontrar un mayor acercamiento a una entidad superior o ser supremo. Sin embargo, no es el único motivo que lleva a las personas a adentrarse en un retiro espiritual, pues los beneficios que aporta, pueden ayudar en todos los ámbitos y aspectos de la vida cotidiana.
Entender lo que es un retiro espiritual
No miramos diferente a alguien que quiere hacer deporte y se apunta a un evento deportivo, al gimnasio o a un equipo de futbol. Del mismo modo que cuidamos de nuestra salud física en este sentido, o comiendo de forma saludable y procurando estar en buenas condiciones, es necesario cuidar de la espiritualidad. Darle un respiro al alma y dedicar el tiempo necesario a la búsqueda del equilibrio interior que permita estar en paz, encontrar el bienestar y, por supuesto, la felicidad en el más estricto sentido de la palabra.
Los ritmos de vida que llevamos en la actualidad, el trabajo, el estrés o los infinitos problemas que nos acometen de forma continua, hacen que lleguemos a un punto en el que la persona, se siente sobrepasada por sus circunstancias. Cuando se produce esa situación, la persona, abrumada, siente que algo no va bien aunque no es capaz de saber de qué se trata.
Un retiro espiritual implica la desconexión del día a día que tanto nos absorbe. Para realizar un retiro, basta con acudir a un lugar tranquilo en que sea posible estar en contacto con la naturaleza y permita la introspección, es decir, mirar hacia nuestro interior y atender las necesidades del espíritu. Esas necesidades que suelen quedar relegadas a un segundo plano y eso, en el mejor de los casos, pues es probable que se ignoren. Sin embargo, estas necesidades espirituales, son tan importantes como las físicas.
Como decimos, un retiro espiritual, puede estar enmarcado dentro del ámbito religioso, sea católico, budista, hinduista, etc. o simplemente, centrarse en la misma persona y su conexión con el entorno y el universo. Para lograr ese punto, las prácticas más utilizadas son la meditación o el yoga que invitan a mirar hacia el interior.
Realizar un retiro espiritual, conlleva una pausa. Hay que dedicar unos días a prestar la atención necesaria a ese interior desorientado, huyendo del estrés y el caos que nos rodea y cuidando aspectos como la liberación de las emociones negativas que nos consumen o la recuperación de la energía perdida. Dentro de un tiempo de retiro, hay momentos para la reflexión personal, realizar actividades en grupo que invitan a compartir experiencias, descansar, hacer ejercicio e incluso dietas desintoxicantes. Todo esto actúa como un bálsamo que permite a quien lo realiza, sentirse mejor y constituye alguno de los pilares del retiro espiritual.
Beneficios de un retiro espiritual
Hacer un retiro espiritual es un regalo para el alma. Serena la mente y ayuda a encontrar el lugar en el que cada uno debemos estar en el momento presente. Los beneficios que aporta adentrarse en el camino de la espiritualidad son numerosos, entre ellos, uno de los más importantes, es el autoconocimiento. El descubrimiento personal que implica se hace posible una vez que brindas el tiempo necesario a plantear tu actitud ante la vida, conocer tus propias capacidades, descubrir los temores, neutralizarlos, relativizar su importancia y priorizar sobre todo aquello que importa: el bienestar personal.
Un tiempo de reflexión proporciona la capacidad de analizar las situaciones cotidianas que no te hacen sentir bien para centrarte en la fuerza interior, imprescindible y necesaria para afrontar esas situaciones de manera eficaz y con la serenidad necesaria. En el entorno que propicia un retiro espiritual, nada de lo que hay, es más importante que tú y tus emociones, lo que resulta en unos buenos resultados.
Todos sabemos de sobra que no resulta sencillo desconectar de las obligaciones y problemas cotidianos, sobre todo en este momento en el que las nuevas tecnologías no permiten encontrar ese silencio necesario para que el espíritu, recupere su equilibrio.
Realizar un retiro espiritual, cambiar radicalmente el entorno y las actividades y centrarse en uno mismo, constituye una experiencia de desconexión con esa rutina tan agobiante y causante de numerosos problemas, como el nerviosismo y la irritabilidad o el estrés crónico.
Otro de los beneficios que aporta un retiro espiritual es la recarga de energía. Recuperar la energía pérdida con el desgaste del día a día es uno de los mayores beneficios del retiro. Son muchas las personas que recurren a estos retiros porque se sienten extenuadas, el agotamiento mental y físico es tan abrumador que no existe una única razón posible. Por lo tanto un cambio en los hábitos de vida, que sean más saludables y una profunda meditación como la que implica el retiro espiritual, permite recargar las pilas por completo.
Cuando pasas por un retiro espiritual, cambia la perspectiva de manera que es posible ver las cosas de forma más positiva y optimista. Es habitual que ante una situación, nos sintamos incapaces de analizar la misma con la serenidad y objetividad necesarias. Nos centramos en lo malo y entramos en un bucle de negatividad. El retiro ayuda a frenar esa espiral y analizar las situaciones desde otro punto de vista, centrando la atención en lo que en realidad importa, desechando lo que nos causa desasosiego.
Aunque se trate de un retiro, no solo se va allí a reflexionar. Se trata de algo más. Compartir actividades, emociones y experiencias con otras personas en similares circunstancias que, como tú, buscan el equilibrio y pretenden encontrar su lado más espiritual. Por esta razón, coincides con personas afines y socializas. Este es un beneficio extra de los retiros espirituales: conocer gente con la que te sientes cómodo y compartes pensamientos y buenas vibraciones.
Evidentemente no se trata de una fórmula mágica y una ecuación perfecta. Cada persona saca sus propios beneficios y cosas en claro tras un retiro espiritual: el descanso, la desconexión, los ejercicios de respiración, la meditación y relajación, junto con esa sensación de paz y equilibrio contribuyen en cada persona de una manera. Aun así, prevalecen los sentimientos positivos y aumenta aunque sea un poco, la felicidad.
Adentrarse en el camino de la espiritualidad realizando un retiro espiritual, es la mejor manera de conectar con el ser autentico que todos llevamos dentro. De esta manera, se disfruta de la vida diaria, alejándose de los patrones, creencias, obligaciones, etc. Es en ese punto en que surge la certeza de que estamos en el camino correcto, ese que se hace a cada paso y en el que las proyecciones y las expectativas de futuro, pierden fuerza. Ese ruido que nos asola de forma continua, sea interno o externo, va minimizando su intensidad y bajando su volumen. El futuro deja de importar, para dar importancia y prioridad absoluta a lo verdaderamente importante que no es otra cosa que el aquí y el ahora. El presente es lo único real aunque no nos demos cuenta.
Cabe la reflexión sobre como dirigimos nuestra existencia. La sociedad que hemos creado nos arrolla, nos enviste y no nos deja detenernos a saborear lo que es la vida en sí. Gracias a los retiros espirituales es posible encontrar un momento para parar cuando no sabemos cómo hacerlo. Detenernos y reflexionar sobre lo que en realidad queremos, para así, poder disfrutar más de la vida.