Uno de los sectores de negocio que cuenta con un mayor índice de éxito en España y que ha sido muy característico de nuestra economía en el último siglo ha sido el de la construcción. Después de la Guerra Civil, con un país prácticamente en ruinas, y con la demanda de segundas viviendas y la apertura al turismo que se vivió durante las décadas de los 60 y 70, empezó a ser evidente que se necesitaba una industria de la construcción en España. Y eso, de alguna manera, reactivó una economía que casi nunca había sido competitiva a nivel internacional. La industria de la construcción lleva asociadas unas ventajas para otro tipo de sectores que dependen indirectamente de cómo le vaya a esa industria de la que estamos hablando.
Uno de esos sectores que se ha visto beneficiado es el que tiene que ver con la cerámica. Es algo completamente lógico y normal: cuantas más viviendas se construyen, más necesitamos estos productos para conseguir que esas viviendas dispongan de esa comodidad que se supone que se le imprime a los edificios de nueva creación. Los azulejos son una parte fundamental de nuestra casa y es evidente que esa industria tiene mucho trabajo para dar cabida a toda la demanda que se genera cada año en España.
Las baldosas cerámicas también se encuentran en una situación similar. Según una noticia que fue publicada en la página web Construcción y Rehabilitación, la demanda de baldosas cerámicas en todo el mundo ha crecido en un 85% en los últimos 10 años. Desde luego, estamos hablando de un crecimiento que no puede ser fruto de la casualidad y que responde a la rehabilitación de una buena cantidad de edificios en los países desarrollados y también a un desarrollo progresivo en países que habían estado sumidos en la más absoluta de las pobrezas.
La cerámica sigue de moda en España y buena parte de la culpa es de que se está invirtiendo en la rehabilitación de edificios, lo que sin duda genera una gran influencia a la hora de que aumente la demanda de azulejos o baldosas. Según nos han indicado desde Cerámica para Arquitectura, las empresas dedicadas a este negocio han aumentado su facturación en los últimos años como consecuencia de esa apuesta por una rehabilitación que, por otro lado, era necesaria en buena parte de las ciudades y pueblos de nuestra geografía.
Somos un país con mucha tradición en este sentido
Son muchas las zonas de este país que cuentan con una gran tradición en lo que tiene que ver con la elaboración de productos con cerámica. Ni que decir tiene que eso es clave a la hora de hacer posible que los edificios de este país dispongan de la calidad suficiente como para que siga habiendo gente que desee venir a España, aunque solo sea durante unos días a un apartamento situado cerca de la playa. Está claro que, de no haber sido por un buen remate final en estos edificios, el sector turístico no habría despegado de la manera en la que lo ha hecho en nuestro país con el paso de los años.
Y eso que no hemos hablado de las exportaciones, que también son muy importantes y que constituyen una fuente muy importante de ingresos para las empresas españolas dedicadas a un aspecto como del que venimos hablando. No hay muchos países que tengan la capacidad de producir más y mejores productos cerámicos que los que hacemos aquí en España. Y ese debe ser un motivo de orgullo para la ciudadanía española sin que haya dudas de ningún tipo.
No nos cabe la menor duda de que esa tradición de la que estamos hablando va a seguir existiendo de cara a los próximos años. Y es que disponemos de una creatividad y una fama realmente importante en todo el mundo gracias a ella. Somos verdaderos artesanos en lo que respecta a ese oficio y lo cierto es que el mundo se ha encargado varias veces de reconocernos ese mérito. En nuestras manos está que siga siendo posible por muchos años que pasen y por mucho que cambie la sociedad en la que nos movemos.
Las baldosas y los azulejos van a seguir siendo necesarios en la sociedad en la que nos movemos porque la gente necesita una cierta comodidad en su vivienda. Y, de hecho, ahora las personas somos más conscientes que nunca de la importancia que tiene esa comodidad en el hogar. Es lógico que así sea, sobre todo después de haber tenido que soportar una pandemia que nos ha obligado a refugiarnos en casa durante muchos meses y prácticamente no nos ha permitido salir de ella.
