Blancorexia

Obsesiones hay muchas, cada día aparece alguna de lo más variopinto. Claro esta que, las obsesiones son muy particulares de las personas que las padecen. Si la mente es obsesiva, cualquier cosa, asunto o cuestión, puede ser objeto de obsesión. Las personas obsesivas, suelen dar excesiva importancia a las cosas, cuestionan continuamente el asunto de la obsesión y no cejan en su empeño de llegar a alguna conclusión o finalidad, precipitada o simplemente, carente de sentido. En los últimos años, se ha dado una obsesión nueva y generalizada, que tiene preocupado al sector de la odontología: la blancorexia.

Icoa, como clínica dental de referencia, nos ha hablado sobre los pormenores de esta nueva tendencia obsesiva y sus consecuencias. Los profesionales de la odontología, advierten seriamente que sufrir blancorexia, no es saludable. De hecho, ninguna obsesión y menos aún, las relacionadas con aspectos del cuerpo, es aconsejable. Solo hay que pararse a pensar en la vigorexia, obsesión por los músculos; o la dismorfofobia, obsesión por la cirugía plástica. Obsesionarse no es bueno, eso esta claro.

Aunque este término de reciente cuño, lleva unos años entre nosotros, hasta hace poco, no se le ha dado demasiada importancia. Esto se debe al incremento de los casos que se están dando y a las muchas cosas absurdas que inventan estas, personas para volver sus dientes de un blanco nuclear poco saludable.

La preocupación por nuestra salud bucodental, ha ido en aumento en los últimos años, en los que hemos ido cobrando mayor conciencia sobre la importancia de contar con una dentadura, sana y fuerte. Esta concienciación, se ha convertido en un arma de doble filo, puesto que, en muchas ocasiones, la salud de los dientes queda relegada a un segundo plano, siendo más importante la cuestión estética. Claro que a todos nos gusta mostrar una dentadura perfecta y unos dientes blancos, pero no es necesario correr riesgos para ello.

Para muchos, el deseo de tener unos dientes níveos, llega a poner en riesgo la salud bucodental, convirtiéndose en una obsesión. Cuando esto sucede, los profesionales hablan de blancorexia, una extraña adicción que entraña importantes riesgos que hay que tener en cuenta.

Hay que saber que una dentadura sana, no implica necesariamente que los dientes sean absolutamente blancos. De hecho, muy pocas personas, poseen dientes de este color absoluto. Si bien es cierto que, gracias a unos buenos cuidados y una adecuada higiene dental, o con la ayuda de alguno de los muchos tratamientos de blanqueamiento dental existentes, se pueden mejorar los dientes y volverlos más blancos.

Sin embargo, son cada vez más, quienes ponen en riesgo sus propias piezas dentales debido a esta moda, peligrosa, consistente en la persecución obsesiva de tener una dentadura cada vez más blanca. Lo hacen sin control por parte de un profesional y sin tener en cuenta cuales son las consecuencias.

De que va eso de la blancorexia

Esta obsesión, consiste en lograr unos dientes más blancos que hace que la persona exponga su dentadura a tratamientos agresivos para lograrlo. Quienes la padecen, tienen una percepción equivocada de la coloración real de su dentadura. Eso las lleva a tener expectativas poco reales sobre la tonalidad que pueden conseguir con los tratamientos de blanqueamiento dental, no quedando nunca satisfechas con el resultado.

Uno de los signos de alarma que pueden hacer pensar que una persona sufre este problema en el consultorio dental, es la solicitud reiterada de tratamientos de blanqueamiento o de aplicación de férulas con productos blanqueadores si control odontológico profesional.

Entre las causas, podemos encontrar motivos psicológicos por los que se puede sufrir una obsesión desmesurada por la blancura. Aunque en este aspecto, deben ser los especialistas los que determinen la razón.

Otras causas, más fáciles de determinar e identificar que contribuyen a la propagación de este extraño fenómeno, por minimizar el impacto, son:

  • El constante bombardeo publicitario con productos milagrosos que permiten hacer el blanqueamiento dental en casa. Se comercializan y adquieren sin recomendación profesional.
  • El afán de imitar a los famosos y celebritis que, a menudo lucen unos dientes excesiva y exageradamente blancos.
  • La evidente desinformación sobre los peligros que entraña el blanqueamiento dental sin supervisión profesional.

Los peligros derivados de estos tratamientos, residen en que, la mayoría de los productos blanqueadores, contienen en su composición sustancias como el peróxido de hidrógeno o de carbamida y, su aplicación se hace normalmente mediante férulas.

El uso y abuso de estas sustancias sin supervisión y control, tiene una larga lista de efectos indeseados sobre los dientes. En especial cuando se aplican de manera reiterada y excesiva como es el caso de las personas que padecen de blancorexia.

Algunos de esos efectos, son la hipersensibilidad dental, la irritación de las encías, la gingivitis, alteraciones en la percepción de los sabores, perdida o desmineralización del esmalte, necrosis pulpar e incluso, la pérdida del diente.

Aspectos que influyen en el color de los dientes

Repetimos: el blanco absoluto en la dentadura, no existe. El único momento en la vida en el que los dientes pueden mostrar una mayor blancura de forma natural, es durante la niñez. Esto se debe, exclusivamente a que los dientes de lecho, cuentan con una menor cantidad de dentina que es de color amarillo. Aun así, en ese momento de la vida, los dientes son absolutamente blancos.

La idea del blanco no es para nada real, pues la verdadera tonalidad de los dientes es marfil y tiene un ineludible componente genético. Aunque no se trata del único factor que influye en la coloración, factores como la toma de medicamentos, la ingesta de alimentos que tiñen los dientes, el consumo de tabaco o el café, así como la higiene bucal, entre otros, van a influir directamente, en mayor o menor medida en la coloración de las piezas dentales.

En tal caso, un tratamiento de blanqueamiento dental, puede hacer que la dentadura adquiera una tonalidad más limpia y clara, siempre en consonancia con el color de la tez, entre otros factores estéticos que, los blancoréxicos y blancoréxicas del mundo, no tienen en cuenta.

Muchos de los profesionales de la odontología, convienen que, en numerosas ocasiones, es mucha mejor opción colocar carillas estéticas que recurrir a los productos de blanqueamiento dental.

Siendo así, los odontólogos, ofrecen una serie de consejos para evitar caer en la obsesión por lucir una dentadura blanca como la nieve y artificial como una luz led. Exceptuando los casos concretos en los que pueda existir alguna causa psicológica oculta tras ese deseo o necesidad de tener los dientes más blancos, es aconsejable seguir una serie de recomendaciones. Para los factores psicológicos, siempre es mejor ahondar en la causa y subsanar el problema real.

De este modo, para no ser objeto de la obsesión o las conductas de riesgo que pueden generar problemas de salud bucal, dejamos las siguientes recomendaciones:

  • Contar con una perspectiva realista. Los dientes extremadamente blancos que lucen actores, modelos o influencers, seguramente no se corresponde con la realidad de su dentadura. Aparte de que, aunque a ellos les siente bien (habría que analizar ese aspecto), es posible que no te favorezca.
  • Respetar los tiempos entre tratamientos. Las sustancias blanqueadoras tiene un carácter agresivo que impide, de forma generalizada, una aplicación reiterada en cortos periodos de tiempo.
  • Desconfiar de los productos milagrosos que ofrecen resultados inmediatos. Algunos de estos productos, cuentan con soluciones disponibles en cualquier tipo de establecimiento que puede indicar su falta de seguridad de uso.
  • No recurrir a las soluciones caseras que, en determinados casos, pueden ser peligrosas o contraproducentes. Una de esas soluciones blanqueadoras más famosas, es el uso de bicarbonato sódico. Hay que saber que se trata de un producto abrasivo que puede dañar el esmalte y la encía con un uso indiscriminado.
  • Acudir a un odontólogo profesional, experto en estética dental que te indicará y asesorará sobre los posibles tratamientos que pueden ir bien a la dentadura en cuestión, los que serán más efectivos y seguros, siempre y cuando sean bajo supervisión profesional. En primer lugar, el odontólogo se asegurará de que no existe ningún problema en la boca, como caries o periodontitis, entre otras, y pueden verse agravadas con un blanqueamiento.

En la consulta, el odontólogo determinará cual es el tono ideal para la dentadura del paciente. Esto lo hará en función del tono actual y la guía de colores que ellos tienen disponible. Una vez que se haya determinado cual es el color inicial y las condiciones en las que se encuentran los dientes, se optará por el blanqueamiento más sutil y natural o un cambio más notable.

Algo que los dentistas afirman es que, ante la recomendación profesional sobre el color de los dientes que se debe obtener que, debe ser el que mas se ajuste al estado natural, la mayoría lo que reclaman es unos dientes lo más blancos posible.

Se nos olvida en este momento que la salud dental no consiste en unos dientes blancos. Eso no sirve de nada si tras la blancura, existen caries, malos hábitos o falta de higiene. Blanquear sin cuidar, no sirve de mucho.

 

 

 

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